Mindfulness





Si pasas una vida aprendiendo a pintar… acabaras lleno de conocimiento. Pero el lienzo permanecerá en blanco.


No, no es un error. Esta pestaña está vacía.

Como bien sabéis ya, la atención plena no es algo que se enseña y para lo que deberíamos leernos cien manuales para ponerla en práctica. La atención plena es una actitud, una forma de tomar contacto con uno mismo. Y que mejor para conocer algo que es experiencial que practicarlo.


Por lo que para completar este apartado los que os pedimos es que durante una semana establezcáis un tiempo determinado para cada día y practiquéis la atención plena.  

Tras esto, lo que os pedimos es que comentéis vuestra propia experiencia. 



2 comentarios:

  1. He realizado la atención plena durante una semana en diferentes momentos, con diferentes actividades y dedicándole también diferente tiempo dependiendo de la actividad.
    Quizás lo que más me haya llamado la atención es cuando la he realizado en actividades que tengo automatizadas y no tanto en otras actividades que no realizo frecuentemente.
    En el momento en que lo he realizado con actividades mecanizadas he podido percibir la situación de una manera muy diferente, los olores, texturas, sabores (por ejemplo, comerme un yogurt o maquillarme)

    Con otro tipo de actividades no tan frecuentes, como hacerme la pedicura, es como si de repente le pusiera forma a mi pie, las curvas del pie...

    También me ha llamado la atención todos los mensajes que llegan a mi mente en referencia al Mindfulness en función de cómo me encuentre ese día (mensajes de compasión, de crítica, se ánimo....)

    He realizado en varias ocasiones Body Scan con diferentes resultados, en alguna ocasión llevándome a una gran relajación y en otras ocasiones recibiendo con frecuencia mensajes de que no soy capaz de estar en el momento presente, en el aquí y en el ahora.

    ResponderEliminar
  2. Después de una semana realizando atención plena en diferentes momentos he sacado las siguientes conclusiones:

    - Al principio me costaba más no enredarme con los pensamientos. A medida que he ido practicando, me ha resultado más fácil prestar atención al ambiente.

    - He ido incrementando el tiempo en el que realizaba los ejercicios a medida que iba teniendo práctica. Al principio, me costaba mucho trabajo estar más de diez minutos. Ahora, puedo estar más tiempo practicando y sin enredarme tanto en los pensamientos.

    - He observado que me ha sido más sencillo cuando tenía un "objetivo específico" durante el ejercicio. Por ejemplo, cuando tenía que prestar atención a los estímulos sonoros, o bien al tacto me ha costado menos trabajo que cuando hacía ejercicios más generales de prestar atención a todo el ambiente.

    Después de practicarlo en diferentes situaciones cotidianas y habituales (comiendo, escuchando música) y en situaciones menos cotidianas para mí (tiempo dedicado exclusivamente a hacer Mindfulness), puedo decir que me ha resultado una práctica interesante. Aunque no haya sido el objetivo principal, después de ralizar Atención plena, me he encontrado más relajada.

    Ahora, tengo más curiosidad por el Mindfulness y por seguir aprendiendo sobre esta práctica.

    ResponderEliminar