Hablar de desesperanza creativa es hablar de valorar el precio que tiene lo que el cliente hace, el coste que está teniendo en su vida, comparado con la posibilidad de hacer cosas nuevas, desconocidas, pero con las que todavía no ha tenido experiencia o la experiencia ha sido insuficiente.
Recuperamos de otras publicaciones el siguiente hecho:
- Se debe orientar a derivar funciones aversivas hacia respuestas que estén controladas por reforzamiento negativo.
- Se debe orientar, de manera coordinada, a derivar funciones apetitivas hacia respuestas que estén controladas por reforzamiento positivo.
Se decía que el verdadero avance era poner la conducta del cliente bajo control apetitivo, e ir minando poco a poco toda la conducta que está sujeta a control aversivo.
En otras palabras: queremos que el cliente oriente su vida a lo que quiere conseguir, y que deje de vivir para evitar sentirse mal.
Intervenciones útiles suelen poner en contraste y en marcos de oposición las acciones valoradas con las acciones destinadas a la evitación. Ponemos los siguientes ejemplos:
- Si tuvieras que elegir entre evitar el dolor y hacer cosas que te importen, ¿qué querrías?
- Si mañana fueras a morir, ¿vivirías hoy hasta arriba de analgésicos, metido en la cama, y sin querer recibir a nadie?
- ¿Para que estás aquí?, yo no puedo ayudarte a conseguir aquello que tanto tiempo llevas intentando, y la razón es simple: no funciona.
- ¿Quedarte en casa te ha ayudado a estar en contacto con aquello que te importa?
- ¿Qué más cosas has dejado a un lado para controlar tu malestar?
- "Aquí yace José, quién vivió para evitar el sufrimiento" o "Aquí yace José, quien vivió para conseguir lo que quería", ¿cuál eliges?
EJERCICIO
Se pide al lector que dé solución a las siguientes situaciones:
- El cliente dice que lo que le importa es no sentir dolor
- El cliente dice está dispuesto a hacer lo que le importa porque eso le quitará el dolor
1. El cliente dice que lo que le importa es no sentir dolor.
ResponderEliminarCuando se da esta situación, se le debe hacer ver al cliente que todo lo que ha hecho hasta ahora, que ha estado enfocado a no sentir dolor, no ha dado ningún resultado. De esta forma, se le explicará que para conseguir acercarse a lo que realmente le importan en la vida, deberá sentir dolor.
Para conseguir esto, se pueden hacer metáforas como pude ser: “Que es más importante para tí, ¿quedarte tranquilo sin sentir dolor o cruzar un río lleno de bichos aquerosos para poder acercarte a lo que más quieres?”
Ejemplo:
C:Yo lo que quiero es no sentirme más así. No quiero sentir dolor.
T: Y para no sentir dolor ¿que sueles hacer?
C: No voy a clase, o a lugares donde haya mucha gente. Me quedo en casa, tanquila.
T: ¿Y eso te trae alguna consecuencia?
C: Claro, suspendo más, y tengo menos relación con mis amigos.
T: Bueno, siempre que has hecho todas esas cosas para no sentir dolor, te ha servido a corto plazo, pero a largo plazo ¿te ha valido para algo?
C: No.
T: Entonces, supongo que te habrás dado cuenta de que evitar el dolor no te sirve ¿verdad?
Si siempre haces lo mismo, nunca vas a conseguir resultados nuevos. ¿Que te parece si ahora no hacemos lo mismo? Esto va a ser duro y vas a tener que sentir dolor, pero ¿que prefieres, evitarlo y no consguir lo que quieres o sufrir y acercarte más a tus objetivos?
Hay que hacer que la situación actual le resulte más aversiva a la vez que una situación alternativa relacionada con sus valores se muestre apetitiva. Pero siempre, explicándole que para llegar hasta allí hay que sentir dolor.
2. El cliente dice que está dispuesto a hacer lo que le importa porque eso le quitará el dolor
En este caso, hay que explicarle al cliente, que ese no es el objetivo de la terapia. Se le debe hacer entender que todo tiene un coste, y por tanto, para llegar a lo que le importa, va a tener que sentir dolor y va a tener que aceptarlo.
La intención es que el cliente se exponga al dolor, haga cosas nuevas y que a través de la experiencia se acerque más a sus valores. Pero claro, todo esto, tiene unas consecuencias, en este caso, va a tener que experimentar sensaciones desagradables para él. Debe elegir acercarse a sus valores y sufrir o evitar el dolor y vivir lejos de lo que le importa.
Ejemplo:
C: Bien, entonces, estoy dispuesto a hacer lo que me importa porque esto me quitara el dolor.
T: No, esto no funciona así. De hecho, si lo que de verdad para tí es importante es tener una mejor relación con tu familia, vas a tener que exponerte a situaciones que hasta ahora has evitado. Todo esto te va a hacer sentir mal, vas a sufrir y vas a tener mucha ansiedad. Pero, si tuvieras que elegir entre una vida plena, cerca de tu familia y de tus metas, pero soportando ansiedad y dolor o una vida, evitando el dolor y lejos de tu familia y tus metas ¿que elegirías?
Con esto se prentende que entienda que el dolor es algo natural en la vida de las personas, y que básicamente lo siente porque está vivo. Es importante que entienda que la terápia no está dirigida a sentirse bien.
1) En este caso tenemos que hacer ver al cliente que lo que le ha llevado a consulta y por lo que está delante nuestro es por haber estado evitando sentir dolor, y que toda esa evitacion solo le ha funcionado a corto plazo pero a largo plazo no soluciona nada, por lo que debería poner a prueba nuevas estrategias de actuacion que muy probablemente si le ocasionaran malestar pero que le acercaran a sus metas y valores.
ResponderEliminar2) En este caso reforzariamos esa predisposicion del cliente pero le hariamos ver que acercarse a lo que le importa, no le quitará el dolor, lo unico que le quitara el dolor es seguir haciendo lo que ha estado haciendo hasta ahora, es decir evitar la situación que le importa.
1. Se deberá exponer al cliente que todo lo que viene haciendo hasta ahora lo ha hecho (y lo sigue haciendo) precisamente para dejar de sentirse mal, y que obviamente le funciona de manera inmediata, pero que eso resultados no se prolongan a largo plazo, ni siquiera a corto plazo; es decir: que el intentar dejar de sentirse mal continuamente, tan solo le lleva a sentirse peor a medio y largo plazo, además de alejarle de las cosas que le hacen feliz, porque si no, no habría ido a consulta. También remarcar el hecho de que no podemos evitar sentirnos mal y sufrir: el dolor forma parte de la vida, no podemos elegir no sentir dolor, pero sí podemos elegir por qué queremos sentir dolor, que merece la pena para nosotros, qué merece nuestro malestar, qué es lo importante para nosotros, y hasta dónde estamos dispuestos a llegar.
ResponderEliminar2. Remarcar el hecho de nunca llegará el punto en la vida en el que ya no sintamos más dolor. Preguntarle, por ejemplo, si conoce a alguien (cercano, que le conozca de verdad) que no sienta dolor, preguntarle si conoce a personas satisfechas con sus vidas, y preguntarle si ve alguna causalidad en ello. Indagar entonces en cuál es el objetivo de nuestro cliente: ¿dejar de sentir dolor, o hacer lo que le importa, simplemente porque le importa, porque eso le haría sentirse satisfecho con su vida, y quiere hacerlo?
1.El cliente dice que lo que le importa es no sentir dolor:
ResponderEliminarLe explicamos al cliente que nadie quiere sentir dolor pero que éste es parte natural e inevitable de nuestra vida.
Hacemos una reflexión conjunta con el cliente haciéndole ver que lleva mucho tiempo haciendo cosas o evitando otras para no sentir dolor y que ésto no le he ayudado a sentirse mejor (o quizás en algunas ocasiones sí solo a corto plazo).
De igual modo se intenta evaluar con el cliente si esta actitud de intentar evitar el dolor le está acercando o le está alejando de las cosas que realmente le importan.
2.El cliente dice está dispuesto a hacer lo que le importa porque eso le quitará el dolor:
Le recordamos que el dolor es parte natural e inevitable de nuestra vida, que el objetivo de la terapia no es que él deje de sentir dolor si no un acercamiento a las cosas que realmente le importan para que consiga tener una vida valiosa y que igualmente sentirá dolor.